31.1.07

No soy una mina agraciada, tetisticamente hablando, la madre natura y mi propia madre, me obsequiaron al nacer la posibilidad de un busto normalmente pequeño, tirando a casi nada, talves, como una futura adaptación a mis actividades actuales, que no tienen nada que ver con el vedetismo, modelaje, etcs. ya conocidos, sino mas bien con la innecesidad de enchufarme dos globos carnosos justo donde va el tablero de dibujo, cuando me agacho a dibujar. No estoy en contra de unas buenas lolas naturales, bamboleantes y graciosamente saludables del tamaño que sean, al contrario, solo que no entiendo muy bien, que puede sentir una persona al tener en el cuerpo una parte ajena-no-natural, solo por el hecho de ocupar mas lugar en el mundo, siliconicamente hablando, claro esta. Yo solamente pienso que somos hermosos así como somos, sin mas, ya somos un milagro de la vida, ¿que mas podemos pedir?

17.1.07


Camino a casa y mientras, juego con los diseños de las baldosas de las veredas. No dejo de pensar en como voy a encontrar mi hogar dulce hogar, después de tantos días de viaje. Eso tienen los viajes, uno cierra la puerta de casa tras de sí y es como que el tiempo se detiene ahí adentro, como si se hiciera una pausa en la cotidianeidad de nuestro tiempo espacio y se lanzara a vivir aventuras por el mundo, aveces salvaje, aveces misterioso, desconocido, impactante, cautivador, conociendo todo tipo de personajes, en todo tipo de situaciones, por momentos uno se "anglosajonea", orientaliza, se vuelve un coya en el altiplano, un pingüino en el Atlántico sur y al cabo de un tiempo de experimentar esas emociones nuevas, vuelve a casa, y al abrir la puerta se encuentra, con ese último segundo que dejó como pendiente, la taza con el último sorbo de té sin tomar sobre la mesa, al lado del espejo de mano, los almohadones apilados sobre el sillón que quedaron de la última noche, después de haber estado mirando una película y así se va topando con un camino de rastros de nuestro pasado-hogareño-interruptus...
...falta media cuadra para llegar a casa, esta caminata previa al reencuentro con mi hogar me ambientó y pienso que fue hermoso el viaje de exploración de nuevos lugares, pero esto que siento, es lo que seguramente siente un marinero cuando retorna a casa, mientras juega con los diseños de las estrellas en el cielo...

14.1.07

conglomerado

La ciudad es un conglomerado de ventanas iluminadas de noche, como si de cada una saliera flotando el alma brillante del ser humano que habita en su interior. Una al lado de la otra, pero sin conección alguna, en cada una existe una vida distinta a las otras. En esta nadie sabe que pasa en la otra. Tanta gente junta y tan separada. De afuera la jungla de cemento se alza hacia el cielo y cada luz es la semilla donde se gesta vida. Todo junto parece una colmena y lo mas extraño de todo, es que visto de afuera nace en uno la necesidad de estar ahí adentro, resguardado, en alguna de esas ventanas a salvo de la desprotección, a salvo de la posibilidad de caerse para arriba, hacia el espacio, hacia el infinito sin dejar rastro alguno.
La ciudad, donde hay tantas cosas y tantas son innecesarias.
La ciudad, donde nadie sabe del otro (suena a cerati) .
La ciudad, donde la soledad es moneda corriente, te doy un poco de mi soledad a cambio de un poco de la tuya, para juntos hacer un poco de compañía.