30.7.07

No se levanta temprano para saber que pasa afuera, solamente espera que salga el sol. Se le abarrotan algunos pensamientos locos en la cabeza, pero sabe que eso le pasa a toda la gente normal. No busca explicaciones cuando le late fuerte el corazón, porque sabe tambien que eso es porque está viva y si en algún momento cierra los ojos en la oscuridad, las luces de su interior pueden iluminarle el alma y puede empezar de nuevo. Recien ahí se despereza y se levanta a tomar té, con el primer rayo de sol.

19.7.07

De pronto el cielo se oscureció, una brisa medio fría se coló por todos los cuerpos de todas las personas que andaban por ahí, se volaron un par de sombreros y los perros comenzaron a aullar, las hojas de los ejemplares en los kioskos de diarios se revolotearon yendo y viniendo de atrás para adelante y de adelante para atrás, el silencio invadió de a poco cada rincón, las mesas de los bares, las paradas de colectivos, la casa rosada y ¡la punta del obelisco! ¡si la punta del obelisco! entre todos nos miramos a la cara y al cruzar nuestras miradas los ojos se nos llenaron de lágrimas, ¡la punta del obelisco! todavía ninguno de nosotros estaba preparado...